Anoche se registró un terremoto de 2,6 grados en la escala Richter en Mislata, municipio colindante a Valencia. A pesar de que el temblor fue ampliamente sentido por los ciudadanos de varias localidades de la zona, no se han registrado daños personales ni materiales, según ha indicado el Centro de Emergencias de la Generalitat Valenciana, por lo que no hay que preocuparse de problemas en estructuras de edificios. El epicentro se produjo a solo un kilómetro de nuestras oficinas, que al igual que el resto de inmuebles ha amanecido intacto.
La fuerza del sismo no fue lo suficiente para ocasionar males mayores, algo que se vio favorecido por la ausencia de edificios altos en la zona. Los daños siempre son más perceptibles cuanto mayor es la altura del inmueble puesto que el recorrido realizado es superior, funcionando como un péndulo a la inversa.
En los edificios actuales, desde 2002, es obligatorio tener en cuenta la sismicidad a partir de una aceleración Sísmica Básica Ab/g de 0,04 de la norma NCSE-02. En dicha norma, en el mapa sísmico Mislata tiene asignado un valor de 0,07 y un Coeficiente de contribución K de 1,0. Éste tiene en cuenta la influencia de los distintos tipos de terremoto esperados y la peligrosidad sísmica de cada punto. Este valor es compartido en toda la zona, así como en gran parte de la península.
Hemos comentado que el terremoto tuvo una graduación de 2,6 grados en la escala Richter. Aquellos situados entre 2 y 2,9 son catalogados como menores, no siempre son percibidos y se producen cerca de 1000 al día. Los terremotos de 2,5 grados equivalen a 29 Kg de energía TNT (trinitrotolueno, compuesto químico explosivo), que a su vez se asemeja a un bombardeo a la ciudad de Londres.
Fuente: Wikipedia.